UN BUEN COMIENZO EN LA PREVENCIÓN DE PATOLOGÍAS DENTALES:
“Establecer unos buenos hábitos de higiene bucal desde pequeños es el primer paso para tener unos dientes sanos toda la vida”.
Una buena regla es irse siempre a la cama con los dientes limpios. Durante la noche hay menos saliva en la boca, lo que favorece que los dientes sean más vulnerables a la caries.
Deja que los dientes descansen evitando picar entre comidas. Si el niño tiene sed entre comidas, o por la noche, dale agua.
En caso de accidente, si el niño se ha golpeado en un diente y está sangrando mucho, o si el diente está astillado, se ha arrancado o se le ha clavado en la encía, acude al dentista. Si se le ha caído un diente de leche nunca vuelvas a ponérselo.